CLASE 7
TEORÍA CLASE 7 del 30 de abril -
APRENDER Y ENSEÑAR A TRAVÉS DE IMÁGENES. DESAFÍO EDUCATIVO
Los 5 desafíos de la educación en el Siglo XXI
Daiana Yamila Rigo
En la actualidad, no basta con el colegio ni con los modelos de aprendizaje de hace 80 años. La sociedad de hoy, que le dará la bienvenida a la futura sociedad 3.0, da una visión rápida de lo que se demandará en ese tiempo próximo: individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes en las TIC, autónomos, con altos dotes sociales, que se adapten fácilmente a los ambientes laborales, capaces de trabajar con cualquier persona, en cualquier lugar y momento.
Sin embargo, y aunque los niños de hoy en día no saben qué serán en el futuro, ya es claro que deben tener los recursos necesarios para adaptarse a lo que venga.
Algunos expertos en el campo educativo vislumbran los caminos por dónde avanzar. Por ejemplo, como asevera Richard Gerver, exdirector de la escuela primaria Grange, en Gran Bretaña, la creatividad genera oportunidades para que se desarrolle el talento. Sin embargo, la escuela de hoy condena esa creatividad.
Gran parte de la comunidad educativa aboga por un revolucionario cambio en la forma de enseñar y, por consiguiente, de aprender.
Acá, un breve resumen de los 5 retos que tiene esta nueva educación, la del Siglo XXI.
1. Inclusión social, eje significativo: el establecimiento de políticas públicas en un país para el buen desarrollo y funcionamiento sostenible en el que uno de los pilares sea la inclusión social.
2. Liderazgo en las instituciones educativas: la cultura digital lleva años instaurada en el mundo y, por supuesto, en la sociedad. Las instituciones educativas no pueden permanecer ajenas a ello. Por esto, es fundamental un liderazgo institucional cimentado en la edificación de un sentimiento de comunidad sólido, aunado a un uso de las TIC desde y para la pedagogía.
3. Contenidos + Enseñanza + Tecnología: el empalme entre estos 3 factores, son las bases sólidas para la introducción de las TIC en los procesos educativos. Por tal motivo, es necesario que los centros de enseñanza tengan sólidos conocimientos de los contenidos, dominio de competencias pedagógicas y manejo de herramientas tecnológicas y sus posibles aplicaciones. Porque una cosa sí es clara: la tecnología no reinventa a la pedagogía, solo aumenta sus posibilidades.
4. Nuevas técnicas de evaluación: aprender manipulando las TIC demanda un planteamiento metodológico diferente al de adquisición de únicamente contenidos. Evaluar este tipo de aprendizajes no debe centrarse en determinar el éxito en adquisición de contenidos, sino en el dominio de las competencias del Siglo XXI.
5. Fomentar la creatividad: existe una imperiosa necesidad de examinar los sistemas educativos para evitar ahogar la creatividad de los alumnos. Es decir, soterrar un sistema educativo basado en el control e instaurar e implementar uno de empoderamiento. El alumno nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para que pueda desarrollar al máximo su mente y expresión.
Estos son los retos que todos ellos plantean para la educación del futuro:
1. Hay que formar al ciudadano del siglo XXI: la sociedad del siglo XXI requiere individuos creativos, emprendedores, críticos, competentes con el mundo digital, con altos dotes sociales y que se adapten a ambientes laborales diversos.
2. La inclusión social como eje: es trascendental el establecimiento de políticas públicas regionales para el desarrollo sostenible en el que uno de los pilares sea la inclusión social.
3. Se requiere liderazgo institucional: la cultura digital lleva años instaurada en la sociedad. Las instituciones educativas no pueden permanecer ajenas, por lo que se torna fundamental un liderazgo institucional basado en la construcción de un sentimiento de comunidad sólido, unido a un uso de las TIC desde y para la pedagogía y el currículo del centro.
4. Extraer la inteligencia colectiva: en una sociedad cada vez más compleja sobrevivir en ella depende cada vez más de una inteligencia colectiva. El ser humano es social por naturaleza, por lo que ha de aprovechar las posibilidades abiertas de la sociedad digital.
5. Contenidos + Pedagogía + Tecnología: la intersección entre tres factores fundamentales son claves para la introducción de las TIC en los procesos educativos: sólidos conocimientos de los contenidos, dominio de competencias pedagógicas y manejo de herramientas tecnológicas y sus posibles aplicaciones. La tecnología no reinventa a la pedagogía, sólo amplía sus posibilidades.
6. Las TIC implican nuevos métodos de evaluación: aprender utilizando las TIC requiere un planteamiento metodológico distinto al de adquisición de meros contenidos. Evaluar este tipo de aprendizajes no debe centrarse, por tanto, en determinar el éxito en adquisición de contenidos sino en el dominio de las competencias del siglo XXI.
7. Hay que romper el mito de los nativos digitales, es decir, la consideración de que todos los jóvenes son nativos digitales y dominan las TIC para usos de provecho en el siglo XXI.
8. Fomento de la creatividad: existe una inminente necesidad de repensar los sistemas educativos para evitar ahogar la creatividad de los aprendices. Es decir, enterrar un sistema educativo basado en el control e instaurar uno de empoderamiento. El alumno nace siendo creativo y el sistema educativo ha de generar las condiciones para que pueda seguir desarrollando esa creatividad.
9. Importancia de la educación emocional: la finalidad principal de la Educación es que cada sujeto pueda alcanzar un grado óptimo de bienestar social y emocional, por lo que la educación emocional debe ocupar un lugar privilegiado en los sistemas educativos. Para ello los programas de formación docente deben dedicar una mayor atención a tales competencias.
10. Cooperación necesaria entre familia, escuela y comunidad: la educación no es exclusiva de las instituciones educativas: es posible aprender en cualquier lugar de la sociedad. Para ello debe existir conexión y cooperación entre familia, escuela y comunidad. La educación es una cuestión de toda la sociedad.
11. Liderazgo sin burocracia: el liderazgo en una institución educativa debe tener como finalidad principal la mejora educativa de los discentes, con un liderazgo centrado en la pedagogía y alejado de la pura burocracia. Todos los agentes de la comunidad educativa deben estar implicados en la consecución de las metas del centro.
12. Objetivo: desarrollo de competencias. Los cambios de sistema educativo deben orientarse hacia la mejora competencial de los estudiantes. La sociedad digital requiere de competencias que los sistemas educativos han de desarrollar (autonomía, adaptación, tratamiento de la información, etc.), reformando el currículo. Se requerirá de unidades didácticas más simples basadas en tales competencias útiles para la inserción social, aprendiendo de forma conectada en red.
13. Foco en los intereses del aprendiz: el aprendizaje debe producirse de forma natural, partiendo de los intereses del aprendiz, teniendo en cuenta lo que ya sabe, desde la práctica y de cometer errores para ser reorientado por el docente.
14. Un nuevo rol del profesor y su formación: desde la transmisión de contenidos a la orientación y apoyo del alumno, generando las condiciones para que sea éste el que, de manera activa y experimental, construya su propio conocimiento. Ello comporta que la formación docente se reconfigure, contemplando de forma más sólida el uso pedagógico de los entornos digitales para la sociedad del siglo XXI.
15. Nueva ecología del aprendizaje: existe una nueva ecología del aprendizaje que está reconfigurando la educación. Volvemos a entenderla en su sentido amplio, más allá de su simple consideración como escolarización.
16. El reto de considerar todos los ámbitos educativos posibles: existe una necesidad de disrupción en el sistema educativo planteado como ente aislado de la sociedad. Los aprendizajes producidos en ambientes no formales e informales crecen a un ritmo vertiginoso y no quedará más remedio que considerar los beneficios de todos estos ámbitos educativos.
17. Interactuación sobre los contenidos: el aprendizaje no está en los contenidos sino en las interacciones que se producen alrededor de ellos. El aprendizaje en red a través de interacciones debe consistir en agregar, remezclar y poner en práctica los conocimientos.
18. Una formación adaptada a las demandas: la construcción del currículo que deberá configurar los nuevos perfiles que demanda la sociedad tendrá que hacerse entre todos los agentes involucrados en su desarrollo. La sociedad y las escuelas deben colaborar para adaptar la formación a las demandas sociales del siglo XXI.
19. Se trata de formar a ciudadanos, no solo a profesionales eficientes: un sistema educativo abierto a la comunidad y basado en aprendizajes colaborativos que implican a toda la sociedad. La labor de este sistema no es formar a ciudadanos únicamente para ser útiles a un mercado, sino formar a ciudadanos capaces de desenvolverse en todos los niveles sociales.
20. Evitar la ansiedad tecnológica: la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, es imposible predecir qué tipo de tecnología habrá en un futuro próximo. Lo que sí tendrá que hacer la sociedad, es diseñar cómo quiere que sea la educación del siglo XXI, la tecnología que acompañará será la que esté disponible llegado el momento de la implantación.
APRENDER Y ENSEÑAR A TRAVÉS DE IMÁGENES. DESAFÍO EDUCATIVO
Introducción:
Las imágenes, las fotografías y las obras de arte ofrecen como recurso educativo-didáctico posibilidades para comprender, analizar, explorar, curiosear diversidad de conocimientos, reflexionar conceptos y discutir en torno a ellos.
La gran cantidad y calidad de imágenes disponibles en la Web, utilizadas en los intercambios sociales, accesibles a través de la televisión, la computadora, los celulares, exigen una reflexión en torno a los desafíos educativos, sus usos y sentidos. Si observamos los textos escolares, encontramos que al menos un 50% del contenido se presenta a través de imágenes, su lectura, interpretación, observación, muchas veces es la única ayuda que poseen los nuevos alumnos. La palabra escrita, por lo general se lleva toda la atención por parte de docentes pero no de los jóvenes alumnos. Incluso las actividades de enseñanza y aprendizaje se abocan a leer el mensaje escrito, sin reparar en la fotografía impresa.
La creciente presencia de imágenes en los textos escolares suscita nuevos planteos e interrogantes. En primer lugar, ¿qué hacer frente a esta amplitud de ilustraciones que pasan desapercibidas? La incorporación de la dimensión icónica en las secuencia de enseñanza y en la planificación de actividades académicas requiere en principio planificar un diseño didáctico para aprovechar el papel de la imagen como portadora de conocimiento e información. Enseñar a mirar, supone descifrar y comprender, poniendo en juego habilidades y procesos cognitivos para leer y percibir el mensaje visual. Asimismo, implica activar conocimientos previos para otorgar sentido a la imagen en torno a categorías conceptuales a través de estrategias de participación activa y consciente (Augustowsky, 2011; Llorente Cámara, 2000; Navarro Ruiz y Hernández Encuentra, 2004).
En segundo lugar, ¿cómo presentar y enseñar a mirar las imágenes? No se trata de ver por ver, o sólo usar la imagen como producto decorativo, sino de utilizar las ilustraciones como estrategia pedagógica y didáctica para mejorar y facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje en el interior del aula; de ofrecer andamios al alumno para promover una lectura contextualizada y significativa con el objetivo de favorecer el pasaje de la mirada espontánea y rápida hacia una mirada detenida, abierta e inquisidora.
Antes de describir cuáles son las estrategias para promover este pasaje, es importante hacer la distinción entre imagen didáctica e imagen didáctica per se. Al respecto, Prendes Espinosa (1995) entiende que, si bien cualquier imagen -fija o móvil- puede ser usada en el acto didáctico, hay imágenes que han sido concebidas y construidas expresamente para contribuir con eficacia al aprendizaje y facilitar la comprensión, las cuales serían propiamente imágenes didácticas, mientras que otras ilustraciones como la fotografía y las obras de arte, que si bien puede que no hayan sido elaboradas con fines didácticos explícitos, la intencionalidad del uso en un proceso didáctico determina su consideración como medio didáctico, y se habla por tanto de imagen didáctica per accident.
En uno u otro caso, para interpretar y analizar imágenes, la práctica de enseñanza debe pensarse como una actividad planificada, como un proceso intencionado. Una de las estrategias para guiar la lectura y observación de las ilustraciones es la formulación de preguntas que ofrezcan al alumno una estructura para desmenuzar, desarmar y de-construir, y que brinden la posibilidad de entablar una conversación con las imágenes, establecer hipótesis, relacionar conceptos y aprovechar los conocimientos previos, así como de inquirir sobre los distintos elementos que la componen, con el objetivo de verla y entenderla desde otra perspectiva más constructiva (Abramowski, 2009; Augustowsky, 2011; López Valdovinos, 2001; Perales y Jiménez, 2002).
También se alude a la importancia de contextualizar la imagen, es decir, complementar la lectura de imágenes con otros recursos didácticos, tales como: biografía del autor, texto impreso, búsqueda por internet, videos e ilustraciones digitales. La importancia de integrar otras fuentes de información posibilita no sólo ampliar la comprensión del mensaje icónico, sino además ampliar los modos de representación y organización de conceptos (Llorente Cámara, 2000). Al respecto, Devoto (2013) expone que las imágenes deben ser debidamente contextualizadas para atender a la intención y la función que se le otorgó en un tiempo y espacio determinado de creación; y al mismo tiempo portan información interesante sobre el contexto cultural, social, político y económico en el cual el autor estuvo inserto en el momento de producción.
Por último, es interesante reconocer que la imagen es un soporte funcional, en tanto las investigaciones llevadas a cabo en el campo educativo, encuentran a ésta como recurso pedagógico que contribuye a: 1). La comprensión de contenidos abstractos y difíciles de interpretar; 2). La motivación para aprender y profundizar con lecturas complementarias; 3). La presentación de nuevos conceptos; 4). La promoción del recuerdo de los contenidos aprendidos y enseñados; 5). El fomento de una comunicación auténtica en el aula y relacionada con la vida cotidiana; 6). La estimulación de la imaginación y expresión de emociones; y 7). La activación de conocimientos previos (Alonso Tapia, 2005; García Morales, 2012; Llorente Cámara, 2000; Otero y Greca, 2003; Sánchez Benítez, 2009).
En este marco, presentamos una experiencia didáctica desarrollada en torno al uso de recursos educativos icónicos estáticos, tales como imágenes, fotografías y obras de arte. Con el objetivo de avanzar en la comprensión sobre cómo planificar una clase que incorpore recursos visuales y conocer cómo los alumnos perciben este tipo de actividades como puentes para promover la comprensión, motivación y compromiso en educación primaria.
2. Contexto
La experiencia educativa que se presenta tuvo como objetivo promover el uso de recursos icónicos en la secuencia de enseñanza y de aprendizaje.
Una característica distintiva de la metodología basada en diseño es aportar a la mejora educativa basándose en la teoría y en investigaciones previas, para lograr metas educacionales específicas. Por otro lado, Reinking y Bradley (2004), exponen que no hay única técnica para recolectar y analizar datos dentro de los estudios de diseño, se pueden considerar técnicas cuantitativas, cualitativas o ambas. Asimismo, Reigeluth y Frick (1999), entienden que los resultados producto de la experiencia implementada no son generalizables a otros contextos educativos, pero si aportan a la comprensión de tareas que promueven determinados procesos cognitivos.
3. Resultados
Describiremos en este apartado la valoración de los alumnos respecto al uso de recursos icónicos en la secuencia didáctica y actividades académicas. En general, los resultados se organizan en torno a dos apartados: A). La imagen como instrumento facilitador de comprensión y aprendizaje y B). El valor motivacional de las imágenes. Algunos registros sobre la experiencia llevada a cabo se pueden observar en la figura 1, 2, 3, 4 y 5.
A). La imagen como instrumento facilitador de comprensión y aprendizaje
Trabajar con imágenes abrió un espacio de reflexión entre los alumnos y la docente, a su vez permitió crear puentes entre los conocimientos previos, los conceptos y la realidad socio-cultural, favoreciendo el aprendizaje y la comprensión. Los estudiantes expresaron que al observar una imagen tomando como referencia las preguntas guías favoreció el establecimiento de relaciones con la vida cotidiana y entender qué derecho o necesidad básica estaba presente; asimismo, indicaron que traían a colación noticias que habían escuchado en distintos medios de comunicación -radio y televisión- como soporte para la interpretación.
También expusieron que las imágenes portadas de palabras u oraciones permitieron un análisis más detallado y por tanto aplicar los conceptos que se estaban trabajando. Más de tres cuartos de los alumnos entrevistados dicen que aprender con imágenes les permitió acceder con mayor facilidad al contenido y su comprensión, así como a recordar los conceptos centrales y su implicancia social, en tanto las ilustraciones sintetizan conceptos e ideas.
Los intercambios con el grupo de clase también permitieron tomar conciencia de determinados fenómenos sociales, los alumnos exponen que fueron impactantes, en tanto permitieron conocer la magnitud del desempleo y las NBI en la sociedad, sobre todo las fotografías y las obras de arte.
En general, los alumnos percibieron como positiva la experiencia de trabajar con imágenes, expusieron que los debates y los espacios de diálogo creados en el aula entre las imágenes y otros recursos -textos, biografías, referencias sobre el contexto histórico de creación- fueron productivos para ampliar y complementar las interpretaciones.
"Me hacían recordar noticias...y podía relacionar más fácil el concepto que estaba trabajando junto a mis compañeros" (NN1).
"En el grupo íbamos viendo las imágenes y pensando que derecho o necesidad básica estaba presente...podía entenderlas porque recordaba situaciones que había visto en la tele, escuchado en casa o que había observado en la calle" (NN6).
"Las preguntas que orientaban la lectura de las imágenes nos re sirvieron, me permitió atender a los detalles" (NN9).
"Me resultaron impactantes...el desempleo, había mucha gente, hay mucha que necesita empleo y cubrir sus necesidad básicas" (NN2).
"La lectura de la biografía de los autores y los intercambios con compañeros y la docente me permitieron ampliar la justificación, entender el por qué, avanzar en la lectura de las imágenes y así íbamos comprendiendo y colocando un título a cada imagen" (NN1).
"Creo que no me olvido más de lo que aprendimos a través de las obras de arte...estuvo muy bueno" (NN5).
B). El valor motivacional de las imágenes
Las tareas académicas acompañadas de imágenes fueron percibidas por los alumnos como fuente de motivación y participación. De igual modo, fueron valoradas como auténticas en tanto favorecían la dinámica de la clase. Los estudiantes expresaron que las clases fueron más interesantes cuando estaban mediadas por recursos icónicos, se sintieron más atentos hacia los aprendizajes e implicados hacia las actividades académicas, aspectos que se manifestaba en las ganas de seguir ampliando y buscando más iconografías e información para enriquecer los trabajos solicitados.
Asimismo, percibieron que las clases fueron ricas en intercambios, que movilizaban sus ideas y reflexiones en tanto estaban más comprometidos afectivamente en la tarea. Los alumnos expresaron que anteriormente nunca habían desarrollado actividades con iconografía, éstas fueron consideradas como divertidas y como recurso activo para generar preguntas, debatir y comentar experiencia personales relacionadas.
Por último, destacaron que aprender con imágenes fue una experiencia gustosa, atractiva e interesante; asimismo, expresaron que debería extenderse a todas las asignaturas, y ser constante en todos los años de escolarización. En tanto perciben que se esfuerzan más por alcanzar los objetivos y las metas pedagógicas.
"Sí, a mí me encanta las imágenes, ver la historias que cuentan, que características tienen...siempre en todos estos años hemos visto libros, escribir, leer pero ahora en 6to con estas actividades hizo que estuviera más atenta a los aprendizajes, más implicada" (NN1).
"Me gustó trabajar con imágenes porque aplique los conocimiento que aprendimos, todas me gustaron pero la de obra de arte más" (NN7).
"Con imágenes, no habíamos trabajado antes...tenía ganas de hacer la tarea y un poco más búsqueda" (NN8).
"Me favoreció, porque nosotros discutíamos para armar una sola cosa que quedará bien... Me gustó mucho, porque si4. conclusiones la haces muy sola, en grupo podes intercambiar y saber si algo está bien o mal" (NN3).
4. conclusiones
El presente trabajo muestra la puesta en práctica de un diseño instructivo que contempla como recurso educativo lo icónico y como resultado de la presente investigación se pretendía conocer si los alumnos valoran la imagen como recurso didáctico que favorece la comprensión, motivación y compromiso hacia el aprendizaje y las tareas académicas.
De la experiencia desarrollada, podemos señalar que el uso de imágenes, fotografías y obras de arte resulta positivo para los aprendizajes de los estudiantes, en el sentido de crear instancias de comprensión y de motivación. Asimismo, los resultados posibilitan responder a tres interrogatorios que surgen de los datos recolectados y en función de la valoración ofrecida por los alumnos:
1) ¿Qué funciones cumple la imagen en la tarea y en el aprendizaje? Al parecer la imagen como recurso didáctico posibilita activar los conocimientos previos, relacionar conceptos con la vida real, comprender temáticas, entablar una comunicación auténtica y retener lo aprendido; 2) ¿Cómo usar la imagen en enseñanza para promover la comprensión? Por un lado, se rescata la importancia de guiar la lectura de las imágenes a partir de preguntas centrales que estimulen la descripción, así como la formulación de inferencias, hipótesis y relaciones entre conceptos, por otro lado, se resalta la relevancia de complementar la lectura de imágenes con otro tipo de material de estudio; y 3) ¿Cómo el aprendiz percibe la tarea? Como potencialmente promotora de motivación y de nuevos aprendizajes.
En suma, el uso de la imagen como recurso didáctico debería ser tenido en cuenta como una estrategia de enseñanza-aprendizaje para planificar las tareas académicas en distintas asignaturas y en todos los niveles educativos.
